Lava y limpia las fresas. Reserva 10 fresas para la decoración, corta el resto en rodajas muy finas.
Bate las yemas de huevo y el azúcar glas hasta que estén blancas y esponjosas. Incorpora con cuidado el limoncello y el mascarpone con una cuchara de madera.
Bate las claras a punto de nieve e incorpóralas. Vierte una capa de crema en el molde. Esparce por encima una capa de galletas y rocíalas ligeramente con zumo de naranja. Coloca encima las rodajas de fresa.
A continuación, pon una capa de nata, extiende encima otra capa de bizcocho y rocíalo con zumo de naranja. Vuelve a esparcir las rodajas de fresa. La capa final es una capa de nata.
Cubre el tiramisú de fresa y mételo en el frigorífico toda la noche.
Desmenuza el dulce de pistacho (por ejemplo, ponlo en una bolsa y aplástalo con una aplanadora o similar).
Espolvorea el tiramisú con el confit de pistacho antes de servirlo. Corta por la mitad las 10 fresas restantes y decora el tiramisú con ellas.