En primer lugar, coloca las hebras de azafrán en un cuenco pequeño y cúbrelas con el agua. Tápalo y déjalo en infusión durante al menos 6 horas.
Pon a hervir el caldo en una cazuela. A continuación, apaga la placa.
Pela y pica finamente las chalotas.
Calienta el aceite de oliva en una sartén grande y sofríe en él las chalotas. En cuanto estén transparentes, añade el arroz y saltéalo durante 1-2 minutos.
Vierte el vino y cuece a fuego lento hasta que se haya evaporado.
Vierte un cucharón de caldo en el risotto y espera a que se haya absorbido el líquido antes de añadir el siguiente cucharón de caldo. Remueve bien todo el tiempo. Añade poco a poco todo el caldo de esta forma.
Cuando el arroz esté casi cocido, añade el azafrán y la infusión. Remueve bien y termina de cocer el arroz, añadiendo sal si es necesario.
Cuando los granos de arroz estén al dente, retira el risotto del fuego y añade el parmesano rallado y la mantequilla para que el arroz quede cremoso y brillante.