Precalienta el horno de pizza a la temperatura adecuada
Reparte 80 g de la salsa para pizza sobre cada base de pizza, asegurándote de que quede uniformemente extendida. La base debe quedar completamente cubierta de tomate hasta el borde.
Esparce 3-4 hojas de albahaca arrancadas sobre la pizza. (Consejo: si se remojan en agua fría antes de usarlas, las hojas no se quemarán tan rápidamente y conservarán su sabor durante más tiempo).
Extiende 6-7 rodajas de mozzarella de búfala. La mozzarella no debe estar demasiado húmeda, de lo contrario la salmuera se derramará sobre la pizza durante la cocción.
Pon la pizza cubierta en la bandeja para pizza y métela en el horno.
Para conseguir un dorado uniforme, la pizza debe girarse a intervalos regulares. Según el horno elegido, la pizza estará lista al cabo de 3-6 minutos y se puede sacar del horno.
Termina la pizza con un poco de albahaca y aceite de oliva y sírvela.