Mezcla 10 g de Lievito Madre con 100 g de harina, el azúcar y unos 50 ml de agua. Deja fermentar durante 2 horas.
Disuelve la sal en 550 ml de agua fría.
Pon 900 g de harina en un bol grande. Incorpora la mezcla de Lievito Madre a la harina. A continuación, añade poco a poco el agua salada a la harina y amasa bien.
Cuando todo esté bien amasado, incorpora el aceite de oliva.
En cuanto la masa esté elástica y ya no se pegue (tras unos 10 minutos de amasado), tápala y déjala reposar a temperatura ambiente durante 3 horas.
A continuación, forma 8 bolas iguales con la masa, tápalas y déjalas fermentar en el frigorífico durante 21 horas. Después, deja reposar otras 3 horas a temperatura ambiente.
Ahora da forma a cada bola -con las manos o con un rodillo- hasta obtener una pizza uniformemente redonda.
Cubre al gusto y cuece en el horno precalentado a la temperatura más alta, idealmente sobre una piedra para pizza.