Prepara la masa previa: Vierte el agua en un bol grande y disuelve en ella la sal y el azúcar. A continuación, añade 400 g de harina, el aceite de oliva y toda la levadura seca. Mézclalo todo lentamente hasta obtener una masa homogénea.
Incorpora la harina y amasa la masa: Incorpora poco a poco el resto de la harina hasta que la masa se despegue del cuenco. Amasa la masa enérgicamente sobre una superficie de trabajo lisa durante 15-20 minutos hasta que esté suave y desarrolle una estructura de gluten estable.
Golpea hacia abajo (la masa sube entera): Remodela ligeramente la masa y colócala en una caja de masa (o en un recipiente con tapa). Deja reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos.
Prueba en trozos (la masa dividida en porciones sube): Divide la masa en cuatro trozos iguales, forma bolas redondas y deja reposar a temperatura ambiente otras 7,5 horas.
Extiende la masa y hornea la pizza:Extiende la masa, cubre como desees y hornea. En nuestra página encontrarás muchas ideas de ingredientes auténticamente italianos.