Coloca la semola sobre la superficie de trabajo y haz un agujero en el centro. Añade la sal y el agua y mezcla y amasa hasta que la masa esté elástica y suave. Forma una bola con la masa, cúbrela con film transparente y déjala reposar en el frigorífico durante 1 hora.
Una vez que la masa haya reposado, córtala por la mitad y enharina la superficie de trabajo.
Dale a una mitad la forma de un rollo largo del diámetro de tu dedo meñique.
Corta el rollo en trozos de 1 cm de ancho.
Ahora enrolla cada pieza individual hasta que tenga sólo 5 milímetros de grosor y colócalas todas sobre la superficie enharinada.
Ahora coge una serpiente de masa, colócala con un extremo en un extremo de la aguja, sujétala ahí y envuelve la masa en espiral alrededor de la aguja de tricotar con la otra mano.
Desliza el fideo terminado fuera de la aguja y déjalo secar.